El aumento del número de piscinas comunitarias y de uso público protagonizado en los últimos años, ha venido acompañado de un aumento de los casos de accidentes y ahogamientos de menores por un uso incorrecto de las mismas. Cada año, las autoridades nacionales, regionales y locales empiezan la temporada con una campaña de información sobre cómo hacer una utilización segura de las piscinas, pero aún no se ha conseguido rebajar estos incidentes a unos niveles aceptables.
Basta con recordar que el ahogamiento es, a nivel mundial, una de las tres causas principales de lesiones no intencionales. Más aún si se concreta en la franja de los niños y niñas que no han cumplido los cinco años.
Este año, entre las iniciativas lanzadas para alertar a los adultos sobre cómo evitar estos accidentes infantiles en las piscinas comunitarias, destaca el decálogo creado por la Piscina Abrisud, que reúne las medidas más esenciales. Estas son esas 10 recomendaciones:
- Los niños no deben bañarse solos en ninguna circunstancia
- Se aconseja el uso de manguitos para menores de cinco años
- No se deben tirar de cabeza en las zonas menos profundas
- No correr ni jugar por los bordes de las piscinas y extremar el cuidado al usar toboganes y escaleras
- No bañarse después de comer, sin haber hecho la digestión
- Evitar entrar de forma brusca en la piscina
- Enseñar a nadar a los niños desde bebés
- Impedir que los más pequeños abran vallas de seguridad sin permiso
- Avisar a un adulto en caso de cualquier accidente
- No dejar juguetes olvidados en la piscina
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